viernes, 23 de diciembre de 2011

Los otros

No me gustan especialmente las navidades, ni sus desmesuradas celebraciones. Pero como soy todo un ejemplo de coherencia, aquí me tenéis, de cena en cena y de "ponnos otra" en "ponnos otra". Desde luego, cuando era un adolescente me molaba que Jim Morrison citase a William Blake con aquello de "el camino del exceso conduce al palacio de la sabiduría". Lo cierto es que no puede haber mayor mentira, pero al menos unas risas te echas hasta que lo descubres.

Resulta que anoche estuve en una de esas cenas casi "sectoriales". La noche avanzó y avanzó hasta que, casi a última hora, se me dio la paradoja en 'el hoyo' (como llamaba el recordado Manolo Fernández a la Madrila Baja) de encontrarme con otras dos cenas "sectoriales"... y baloncestísticas. Y en ese momento no me di mucha cuenta, pero esta mañana, cuando la sed me lo ha permitido, me he dado cuenta de una cosa muy común entre esos dos grupos: son 'los otros', formaban parte de los clubs 'alternativos' de la ciudad: el Al-Qazeres de chicas y el ADC de chicos.

Nunca he escrito aquí sobre ellos. Ya sabéis que me centro en el Cáceres actual y en el extinguido. Y alguna referencia he hecho al Femenino Cáceres, pero realmente daba grima referirse a ellas hasta esta temporada, en la que se están saliendo. Pero tanto Al-Qazeres como ADC tienen su mérito, su corazoncito, esa vocación del 'basket por el basket' sin grandes intereses económicos ni profesionales, simplemente disfrutar de la canasta. El gran denominador común es que son unos 'outsiders', buscando su papel en la ciudad a la sombra del llamado 'club grande' que compite en la élite, sin que casi nadie (incluido un servidor) les haga mucho caso ni, por supuesto, les lluevan las ayudas. Haré mi buena obra navideña y os hablaré un poco de ellos, por si no tenéis mucha información, y también doy una pincelada de cómo los veo.

El Al-Qazeres surgió de una escisión del propio Femenino Cáceres hace unos años, tres o cuatro. Alberto Montes, que es un personajazo como sabréis los que le conocéis, convenció a los padres de las niñas de lo insoportable que era estar bajo el manto del Femenino, de lo mal que se hacían las cosas. Así es que ocurrió algo realmente llamativo: la cantera se marchó en bloque y fundaron la nueva entidad que ahí anda, ganando varios campeonatos de Extremadura y con las mayores compitiendo sin demasiado ruido (ni lucimiento, últimamente) en la categoría inmediatamente inferior a la LF-2, la Primera, junto a equipos andaluces y el Guadalupe de Badajoz, que ha subido este año.

Últimamente han recuperado al gran Jacinto Carbajal (otro personajazo), que tuvo una salida bastante triste e injusta de su última experiencia profesional en Ferrol, lo que les ayudará a ser más fuertes, pero es un club que debe ir poco a poco, sin ninguna urgencia. Yo creo que lo peor que les podía pasar (y alguna vez lo han pensado) sería conseguir una plaza en LF-2. También estoy en la línea de que en una ciudad de estas proporciones tener dos clubs de baloncesto femenino de este tipo es un poco un lujo innecesario. La lógica indicaría que tendrían que volver a trabajar juntos, pero lo veo muy complicado, al menos con esta directiva en el Femenino y Montes en el Al-Qazeres.

Vayamos con el ADC... ¿Qué narices es el ADC? Tienen 19 años de antigüedad y poca relevancia en los medios, excepto cuando una vez al año traen a un entrenador de campanillas para su clinic. Hace muy poco, a Aíto García Reneses, nada menos. Antes, a Sito Alonso. Aunque destacan que no es así en benjamines, han sido sistemáticamente superados en el resto de las categorías por el Cáceres (el actual y el anterior), pero parecen un grupo de amigos que va muy a desarrollar su propia filosofía, teniendo claro que la mayor estupidez que pueden hacer es compararse con el grande. Esta temporada han dado un paso adelante inscribiendo un equipo senior en la Primera extremeña, algo que, bien pensado, no se explica muy bien cómo no hicieron antes. Supongo que tampoco sobra la pasta en esa casa, no.

Mi reciente acercamiento al ADC está muy relacionada con el Twitter, y de hecho fue gracioso el miércoles por la noche, cuando estaba charlando con ellos (al único que conocía personalmente era a José Carlos, que parece el cerebro del asunto) y me iban diciendo "yo soy tal, mi nombre en Twitter es tal, nos seguimos mutuamente y hemos intercambiado mensajes incluso". Otra manifestación de que los tiempos están cambiando por la tecnología. Muy 'salaos' todos, aunque se miraron en plan cómplice cuando salió el tema de que soy del San Antonio. Parece que los 'tonis' nos hemos apropiado siempre del baloncesto de Cáceres, ¿no? Desde fuera eso debe joder. Por cierto que me dieron un dato que yo desconocía: antes de irse al Cáceres CB con 15 o 16 años, Juan Sanguino estaba en el ADC. La gran relación que tiene el club con el Colegio Maria Auxiliadora (por el pabellón) es clave para que funcionen más o menos bien.

Hasta aquí llego. Que paséis una buena noche con vuestros seres queridos. Y cuidado si uno de estos días acabáis en el 'hoyo': se os puede hacer de día a 1 grado hablando de basket con piraos del basket como vosotros.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

El principio del fin



Algunos de los principales responsables del Cáceres ya no se cortan un pelo al decirlo: no habrá equipo el año que viene, al menos en LEB Oro, este proyecto está muerto. La cantera permanecerá. Yo miro con cara de interés y por un lado pienso que algo de razón tienen porque ellos saben bien cómo están las cuentas (las económicas y las de la ilusión) y que también es algo demasiado ligero de decir, porque (Alfredo dixit) la máquina del tiempo no existe.

Mi argumento para pensar que no está tan clara esa historia de que no se sacará equipo va un poco en la línea de nuestro habitual comentarista Felipe: si se acaba esta temporada con buenas sensaciones (entrando en playoff, haciendo unas eliminatorias dignas) será difícil aplicarle la eutanasia a esto, o al menos habrá más convicción para convencer al político de turno de que no se le vaya tanto la mano con las tijeras, al mismo tiempo que se podrá fidelizar mejor una masa social que, no nos engañemos, ha ido menguando poco a poco cada año.

"Espectáculos" como el del martes son los que por un lado pueden apartarte del "playoff" (joder, que era el colista, que solo había ganado un partido, y que llegaba sin sus tres principales jugadores) y paralelamente hacen desinflar el entusiasmo de la gente. No se trata tanto de perder o ganar como de transmitir. Y lo de los 5 minutos finales, con los jugadores echándole unas ganas de las que parecieron carecer en los 35 anteriores, resulta todavía más indignante. No era una cuestión de falta de acierto, había algo más allá. Demasiado pendientes de las vacaciones, me temo. Profesionalidad en duda. Es duro decirlo, pero es así.

Así es que ante el Clínicas quizás vimos el principio del fin. El partido del Breogán fue la auténtica rareza de las últimas semanas: competitivos ante un rival fuerte y con carácter al final. El día de Huesca ya fue un aviso de que jugando así solamente le ganas a un equipo flojo. Ante Navarra fue lamentable. La victoria de Tarragona, muy sufrida tras perder otra vez un montón de puntos de ventaja.

Nada está perdido, claro está, excepto esta ocasión tan a huevo de terminar la primera vuelta con muy buena cara. Llegabas de una inercia estupenda con el triunfo de Lugo y encarabas tres partidos en casa digamos ganables (Clínicas, Rioja y Girona) con uno en medio de similar pelaje fuera, en Mallorca. Ahora habrá que seguir haciendo cuentas de la lechera. La conclusión más terrible es que hay peores sensaciones que resultados. O quizás eso sea lo positivo.

Aranzana se ha situado en el centro de la diana y cada vez cuesta más defenderle. Algo, no sé, tiene que estar haciendo muy mal para que el equipo juegue así, sin orden en ataque ni intensidad en defensa durante tantos minutos. Y los jugadores no se pueden ir de rositas. ¿23-7 era el dato de rebotes al descanso? Eso no puede ser culpa del entrenador.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Fortalezas y debilidades, todo la misma cosa


Afronto una semana de vacaciones total, por lo que me centraré en ver los toros desde la barrera navideña. Confío en poder cuidar un poco más del blog estos días ya que no tendré la excusa de que no tengo tiempo. Además, estoy muy satisfecho de que en la última entrada hubiese un debate tan bueno y tan fundamentado sobre el Cáceres. Es un pequeño sueño que esto se convierta en una especie de "think tank" del baloncesto local (aparte de en baúl de recuerdos). El foro de ACB.com está muy bien por el foco que posee, pero también es menos íntimo. En su virtud está su defecto, como en tantas otras cosas.

De eso quería hablar hoy precisamente. De fortalezas y grietas, de que todo en el fondo es la misma cosa, que es en lo que acabaron derivando, sin darnos cuenta, los comentarios de la última entrada. El Cáceres, ese equipo indescifrable lleno de paradojas.

1. La antinomia Cherry-Dani Rodríguez. Por lo general nos hemos quejado siempre aquí de que el base titular tenía demasiado protagonismo y que el que venía por detrás bajaba demasiado el nivel, desde el 'Pritchard year' hasta, sin ir más lejos, la temporada pasada, porque a Mediano le costaba demasiado compensar la deficitaria prestación de Cherry. Ahora la cosa ha cambiado: los dos tienen más o menos el mismo nivel, intercambiando los partidos buenos y los 'regulares'. Normalmente, cuando funciona uno, el otro no tanto, pero aunque no lo parezca eso es bueno, porque no dependes de uno de los dos en concreto.
Sin embargo, en esta fortaleza de tener a dos tíos de buen nivel se esconde un problema: ¿alguien se atreve a decir quién es el titular? ¿Dani (jugador de amanecer tardío, por cierto) porque está más cercano a la aportación que se esperaba de él --la que ya estaba teniendo en La Palma-- o Cherry, que es probablemente el mejor pagado de la plantilla y, como hemos visto con nuestros propios ojitos, un jugadorazo para la categoría?
Difícil resolverlo. Y quizás mejor no resolverlo: si encumbras a uno vas a hundir al otro, son vasos comunicantes. Así es que lo importante es la gestión que se haga de los roles. En eso están. Por lo que me cuentan, al menos la relación entre ambos es estupenda y también la que tienen con el entrenador, que por cierto (excepto en el episodio del comentario sobre Sanguino en Palencia) está cumpliendo con su fama de que es un buen manejador de vestuarios.

2. Cuatro aleros intermedios. Aquí pasa un poco lo mismo, pero seguramente bajando el nivel de calidad. Resulta que es la primera temporada en las cinco que lleva este club en la que no hay un alero estelar, a quien se le pueda dar el balón y resolverte un partido. Quizás el año más difícil en este sentido fue el primero en LEB Oro (la fuga de Roessler, English a lo 'Artest', Panadero lesionado, Poves crepuscular, irrelevantes Ruikis y Cage como refuerzos... y Lucio intentando meterse en un papel que nunca ha tenido de 'go-to-guy'). Pero antes estaba el Pollito y después Francis Sánchez y hasta Jeff Xavier.
Los de ahora son los cuatro bastante normalitos, jugadores de equipo, especialistas muy concretos de lo suyo. Quizás el que mejor pálpito da es Asier Zengotitabengoa, pero de momento le está faltando algo, no sé definir qué. En Carleton Scott me refrendo en que había un jugador, pero lo hizo de pena. Xavi Forcada, Pedro Robles y Dreke Bouldin pueden hacer buenos partidos, pero no son tan consistentes. Lo positivo de este lado negativo es que la nota media entre los cuatro es homogénea, aporta casi lo mismo el primero que el último y no se produce el 'efecto Movilla' o, no lo neguemos, lo de Forcada en gran parte de su primera etapa.

3. Pívots, cuando toda la pasta se gasta en dos. "El Cáceres tiene quizás la mejor pareja de pívots titulares de la liga". Bueno, sí, Ricardo Guillén y Jakim Donaldson existen. La diferencia es que el Canarias tiene a Lampropoulos y a Chagoyen y el Cáceres a Sedlak y a Sanguino. Lo de Antelo está siendo un temporadón, nos pongamos como nos pongamos, y precisamente se le convenció para que se quedase a cambio de minutos, tiros, protagonismo, todo eso. Al lado, hay que recuperar a Leon Williams porque si no se te hunde el edificio. No sé qué le pasa, o qué le pasa al equipo con él. Desde el principio hemos detectado que no le llegan muchos balones, pero en los últimos encuentros debe estar pasando algo más, está un pelín abúlico, es sólo una sensación.
Pero (y aquí está la fortaleza/debilidad) para pagar a un Antelo (aunque sea menos que lo que le daba el Menorca) y a un Williams (aunque sea menos que lo que ha firmado en Turquía y Francia) tienes que arriesgar horriblemente con Sedlak y, en fin, seguir la 'doctrina Sanguino'. Comenté en pretemporada que el eslovaco era la clave de hacer un buen año y, en fin, está saliendo pelín rana. Era difícil pese a sus buenos números, ya que eran en NCAA 2, pero no hay que olvidarse de que es un tío al que por ejemplo consiguen firmarle incluso sin pagarle el coche, algo absolutamente inhabitual en el mundillo para los jugadores extranjeros.
Sobre Juan el debate es interminable. Hay quien prefiere que para que venga otro de fuera que haga más o menos lo mismo, mejor tener a uno de casa que sabemos que es buen tío y no da problemas. Hay otros que lo consideran una concesión innecesaria a los rivales directos y que lo mejor sería separar los caminos de mutuo acuerdo, porque está claro que ese matrimonio no se funciona en la cama. Pero supongo que Aranzana prefiere no pelearse todos los veranos por este tema y Juan está bien contento en casa, por mucho que cada año parece que "le provoquen" un poco a irse bajándole el contrato sistemáticamente.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Cuando la crónica del entrenador es más dura que la del periodista


Foto: Luis Cid
 Bueeeeeeeeeeeeeno... En unos días culminaré la serie sobre los uniformes del Cáceres con la última etapa del actual club, pero hoy voy a escribir del presente.

¿Qué es el presente? Partido horrososo y derrota ante un Iruña Navarra que venía sin dos de sus principales jugadores, los Iñakis Sanz y Narros. Y aún le han dado todo un baño al Aranzana team. Más desorganizado no se puede jugar en ataque, más blandito no se puede ser en defensa. Muy malas sensaciones, como habréis percibido los que habéis ido al pabellón o lo habéis seguido por la tele.

Como es habitual, lo llevaré a mi experiencia personal. Resulta que en estos nuevos tiempos de tecnología es, desde hace ya unos años, posible escribir una crónica mientras se juega un partido. Facilita bastante el cierre. Pillas el portátil y vas improvisando el asunto a medida que los minutos avanzan. Este era un partido pésimo para hacerlo, porque lo mismo el Cáceres tenía una buena racha (siempre basada en aciertos individuales) y se ponía arriba que se hundía miserablemente y se le ponía la cosa cuesta arriba. Está claro que la óptica del producto final debe hacerse con el resultado: queda grotesco escribir en negativo si se ha ganado (una tentación que pude tener el día del Huesca, por ejemplo) y rarito si se hace en positivo si se pierde (no tan raro si el otro equipo es superior y tú te has dejado la piel).

La táctica suele ser ir resolviendo unos cuantos párrafos y darle un toque final al final (valga la redundancia), sobre todo en el arranque. Otra cosa que han añadido los avances tecnológicos es la interactividad, la inmediatez. A medida que iba escribiendo me llegaban algunos mensajes (tweets, whatsapps, SMS, alguna llamada) que me "calentaban" un poco sobre lo que se estaba produciendo, lo horrible que estaba siendo todo. Yo normalmente intento ignorar eso: hay que escribir sobre lo que uno ve y no sobre lo que a los demás les interesa. Pero en este caso era demasiado evidente. El Cáceres estaba nefasto.

De todos modos, cuando eres un periodista local siempre tienes el debate interno: ¿les hago una crónica destroyer, dándoles la candela que se están mereciendo? ¿o me reprimo para no dañar un proyecto que es propio de la ciudad y que empieza a estar muy cogido con alfileres en lo institucional y económico? Siempre opto por el camino del medio: ni ensañarme ni faltar a la verdad ni tampoco poner paños calientes. "El Cáceres no jugó a nada". Titular. ¿Demasiado destructivo? No sé, será lo que dios quiera, es lo que siento, es lo que pienso. Le di a la tecla de "Enviar" y justo empezó la rueda de prensa de Gustavo Aranzana.

El entrenador en cierto modo tranquilizó las dudas que yo podía tener. Resulta que fue más duro que lo que yo había escrito. Había sido tan evidente que su equipo había jugado de pena, sin concentración, sin continuidad, sin orden, sin tantas cosas básicas... Es algo que está por encima de meterla o no. Aranzana pidió perdón varias veces, se le veía tocado. Quizás intuye que su imagen está empezando a desgastarse mucho por episodios como el de hoy, que queda mucho por sufrir esta temporada porque en el fondo (y puede que ahí nos engañásemos todos) la plantilla que tiene (=que ha hecho) es para estar en mitad de la tabla o por debajo incluso.

De repente recordé algo que a menudo comento con gente del basket de aquí. Es solo una especulación, pero no valemos para proyectos intermedios. Hay que estar arriba o nos sentimos frustrados, o aburridos. Esto no pasa en otros lados. Fijaos que ciudades como Tarragona, Huesca, Palencia (un poco mayores o un poco menores que Cáceres, y con buen pasado baloncestístico) afrontan año tras año el desafío de la LEB Oro con la única meta de mantenerse. Asumen que van a sudar sangre para hacerlo, que van a perder mucho. Aquí este año se ha bajado un escalón presupuestario, ya no se le puede pedir al Cáceres estar entre los 4-5 primeros, y todavía lo estamos digiriendo.

¿Las claves? Muchas y muy variadas. El propio entrenador no acaba de dar con un estilo de juego que inculcar a los chicos, porque al principio hablaba de defender fuerte y correr mucho, y eso se está viendo más bien poquito. Y en estático parece que con el paso de los minutos, el equipo se espesa y se espesa y se le olvida todo lo que tiene en la cabeza. Defensivamente también es insoportable la cantidad de canastas fáciles que te hacen. Escaso dinamismo en todo.

Los jugadores no deben librarse por mucho que, como es tradición, el pimpampum parece vaya a centrarse en el entrenador. Ya sabemos de qué pie cojea el equipo. Por hoy no nos podemos meter con Carlos Cherry, pero en general no deja de ser una situación anómala la suya: probablemente el tío mejor pagado de la plantilla es el 6º o 7º en minutos jugados. No se le puede poner un pero en cuanto a actitud, eso sí, pero por su carácter necesita un protagonismo que de momento no se le puede entregar. En cuanto a los aleros, todos son muy "average player", muy complementarios, pero ninguno es alguien a quien puedas darle la bola y levantarte un partido. Ya sabíamos que Dreke Bouldin no es una estrella, pero ya ha pasado un mes desde que está aquí y sigue sin mejorar a Carleton Scott. Y en los pívots, es obvio: con Antelo y Williams cebados a balones y con oxígeno puedes ganarle a cualquiera porque ambos son muy buenos. Después de ahí está el desierto eslovaco-cacereñístico.

Y eso que los resultados no son del todo malos. 6-7 no es un balance soñado, pero creo que hacen más daño que cualquier victoria o derrota imágenes como la de hoy. El día de Huesca lo tapó todo el resultado, pero también hubo demasiado caos. Ahora ya no. Veremos.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Uniformes: 2003-04 y 2004-05 (Conex)



El bienio LEB after-ACB estuvo vestido por una marca absolutamente desconocida. Se llamaba Conex, estaba afincada en Almendralejo y la llevaba un portugués llamado, creo, Jose Carlos Oliveira (qué nombre más portugués, por cierto). Apenas se veía en la camiseta, en la que había pocas complicaciones y cero presencia del negro. Bastante parecida a la de la temporada anterior con Austral. La novedad era el escudo, rediseñado para darle un nuevo aire a un club que intentaba sacudirse la sombra de las deudas de la extinta SAD. La inscripción de la primera de las dos temporadas, no sé si se aprecia en la foto, es "Cáceres Destino Turístico", nombre del equipo, aunque nosotros en la redacción solíamos decir "destino humorístico".

La siguiente campaña fue básicamente igual, aunque desapareció lo del "destino..." y se quedó en "Cáceres 2016", esa futura decepción. Lo que pasa es que en esa 2004-05 (la última de baloncesto profesional hasta la aparición del club actual en el 2007) sí hubo un jaleo bastante molesto con las equipaciones... de la cantera. El club cobró a los padres un dinero por conseguirles a sus hijos unas personalizadas. Le dio un adelanto al portugués, que debía tener algún problema y desapareció sin confeccionarlas. El adelanto se recuperó en parte (vía judicial) y el dinero se devolvió a las familias, pero los chicos se quedaron sin camisetas.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Uniformes: 2002-03 (Austral de nuevo)

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Unas entradas más abajo ya conté cómo Austral fue la marca de la temporada 1995-96. Pues bien, ocho años después, volvió, esta vez para vestir el descenso a la LEB. En este caso creo que hay poquito que comentar, solamente hay que mirar la foto para ver que es probablemente la más simple de todas las temporadas: verde, sin ninguna leyenda (ese patrocinador que nunca llegaba...) y sin componentes en negro. Simplemente el blanco para los números y el escudito.

Por cierto, fantástico Hurl Beechum escondiéndose en la foto oficial. Aquel año, desde luego, nada salió bien.