domingo, 29 de junio de 2008

Vestían de verde, costaba mucho ganar allí


Hola


Disculpad si no he actualizado en los últimos días, no suelo dejar una semana sin poner algo y esta vez casi que me lo he saltado. Tampoco esta va a ser un "speech" largo, os adelanto que la semana que viene os llegaré con material más fresco. Entre la ristra de excusas (pereza veraniega, falta de inspiración, desesperación por la cercanía de las vacaciones, salidas muy tarde del curro por la Eurocopa) destaca una que voy a comentaros un poquito por encima, para que os sintáis orgullosos.


Resulta que en el tiempo más o menos libre que he tenido en casa me he dedicado a preparar unos reportajes que irán poniendo durante este verano los de ACB.com en la web, no en el blog que allí tengo (que también prometo actualizar el 4 de julio, día D para el momento LEB Oro). En este último año he publicado varios sobre una cosa que sabéis que me encanta: localizar a americanos míticos de la ACB y hacer un repaso de sus carreras y de sus vidas actuales. Así pude contactar con tíos que fueron auténticos ídolos de infancia para mí como Kenny Simpson, Wayne Robinson, George Gervin...


Esta serie de nuevos reportajes que va más o menos sobre lo mismo. Y el motivo de orgullo y satisfacción (que diría el Rey) es que con dos de ellos, Brian Jackson y Andy Toolson, me he encontrado con que una parte de las respectivas conversaciones era la misma. Os aclaro es que, tras retirarse, regresaron a EEUU donde trabajan en diversas historias.


--Oye, ¿y tú desde dónde me llamas? ¿Desde Barcelona?

--De Cáceres, no sé si lo recuerdas.

--Claro, claro, cómo no. ¿Era un equipo que vestía de verde, no? La gente animaba mucho allí, costaba mucho ganar.


Con Toolson estuve recordando la eterna final de Copa, en la que él fue, por supuesto, importante en culminar la remontada que inició Xavi Crespo. "Fue el momento cumbre de mi carrera", me dijo.


El caso es que es fantástico darse una vez más cuenta que formamos parte de la historia del baloncesto español con los números en la mano (el Cáceres debe andar en el puesto 20 de la clasificación ACB de partidos jugados, si alguien encuentra el link actualizado con eso que lo ponga) y también con lo otro, con lo que no se puede medir, con ese sentimiento colectivo de que si se nos conocía era gracias al baloncesto. Que una estrella como Brian Jackson (por cierto, humildísimo, amabilísmo) recuerde el V Centenario más de 15 años después de haber jugado aquí es para pensar: las conclusiones son demasiado obvias.


Espero que os gusten los reportajes cuando salgan, ya irán publicándose, supongo.

martes, 17 de junio de 2008

41 años y todavía juega


Vuelvo a escribir un poco del pasado, que en los últimos meses hemos estado muy centrados en la actualidad y, aunque aquí no haya normas fijas, hablar sólo del presente no es desde luego la prioridad de este espacio que compartimos. ¿Qué os parece recordar un poco entre todos a Mike Ansley? Que conste que siguen en pie las entrevistas a los jugadores del mejor quinteto de la historia del Cáceres en ACB, a ver si le doy un impulso al menos a tres jugadores que sí tengo localizados (Jordi, Nebojsa y, claro, Paraíso).


Ansley quedó segundo por poco en la votación de "mejor 4", por detrás de Raymond Brown. Lo primero que se pregunta uno es ¿seguirá jugando? No ha sido difícil encontrar la respuesta: Sí. El pasado mes de febrero cumplió 41 años, menudo dato. Y sigue en pista en una liga que no está mal a nivel europeo, la polaca, que no es que sea la ACB pero tampoco es la de Malta. Ha habido un par de equipos competitivos de allí que han dado problemas en la Euroliga a quienes se enfrentaban con ellos. Y también jugadores como Michal Ignerski que lo están haciendo bien en España (acaba de firmar dos años más con el CajaSol).


Así es que ahí tenemos a Ansley, 9.3 puntos y 4.1 rebotes en 23 minutos en el Bank BPS Basket Kwidzyn, si es que mis conocimientos de polaco no andan mal del todo, todavía coleando. Hay jugadores que les gusta tanto esto que sólo lo dejan cuando ya absolutamente nadie les quiere. Algún componente económico tiene que haber también, claro, pero creo que es un tío que ha ganado mucha pasta en sus años buenos de Unicaja y aquí, la temporada que estuvo (96-97, la de la Copa del Rey, claro). Mi tío, que era camarero en el antiguo restaurante Acuario, hablaba fenomenal de él porque dejaba unas propinas de escándalo, pero no creo que lo haya despilfarrado todo.


Calidad y pereza. Son las dos cosas que sugería el juego de Mike, caracterizado también por esa cabeza ladeada. Su físico (camiseta por fuera para ocultar la ya por entonces oronda barriga) hacía pensar en que no era especialmente competitivo, pero todo se transformaba en la cancha, buscando siempre las bolas decisivas y generando buenos tiros de 4-5 metros con facilidad. Eso sí, siempre parecía que podía dar algo más, o que podía tener mayor influencia estadística en sus equipos. Aquí tuvo 17 puntos y 5, 7 rebotes.


Tras una corta carrera en la NBA (139 partidos en un par de años en el estreno en la liga de los Orlando Magic y 10 entre Charlotte y Philadelphia), su primer equipo europeo fue el Mayoral Maristas, donde por cierto conoció a Enrique Fernández. En aquellos 17 partidos promedió 28,5 puntos y demostró que era el típico americano que triunfaría en Europa. Después se convirtió en una bandera del ya unificado Unicaja, al que le hubiese dado su primera liga en 1995 si hubiese metido su celebérrimo triple en el cuarto partido de la final ante el Barça.


Fue un fichaje absolutamente estelar haciendo pareja con Rod Sellers (no creo que bajase del medio millón de dólares, casi el presupuesto de esta temporada en LEB Plata, glups) y su semifinal copera ante el Barcelona resultó deslumbrante, aunque el día siguiente, en la final, pagó la acumulación de partidos y no vio apenas aro. Todos le recordamos como un tío simpático, sin miedo a decir lo que pensaba ("sigo siendo el mejor 4 de Europa", me aseguró en una entrevista en 1997), aunque con la clásica sombra amarga del que, con un poco más de esfuerzo/suerte/disciplina, hubiese llegado mucho más alto.


De aquí se marchó a Turquía y volvería, sin éxito alguno, a la ACB unos años después, a Ourense. El año del descenso pudo ser el sustituto de Deon Thomas, pero al final vino Gabe Muoneke, que parece que fue el único de una larga lista que aceptó venir sin cobrar por adelantado una parte de su ficha.


Parece que el bueno de Mike ha hecho de Polonia su segunda patria. Esta ha sido su octava temporada allí, las últimas siete consecutivas. No sé si seguirá jugando, casos de longevidad hay muchos en la historia del baloncesto.
PD: Ya sé que a veces atormento un poco a los jugadores con estos montajes de sus fotos de antes y de ahora, pero en este caso es más curioso que nunca: hay exactamente 20 años entre la foto oficial en la NBA de Ansley y la de la liga polaca.

martes, 10 de junio de 2008

¿Compras?





Momento de "stand by" en la postemporada del Cáceres 2016, aunque poco a poco se va superando la desilusión que supuso la derrota contra el Illescas. Ahora el debate baloncestístico está más bien en otra cuestión y me gustaría que, al igual que habéis hecho con lo de los árbitros (25 comentarios, qué record), os mojéis también, porque yo pienso hacerlo. ¿Compraríais una plaza en LEB Oro? Echemos un ojo a las dos posturas y luego yo digo lo mío.






A favor: Ya se vio en la final a cuatro que estamos ante una "ACB-2", con jugadores de enorme calidad y un baloncesto mucho más atractivo del que nos espera si el equipo se mantiene en LEB Plata. Es difícilmente mantenible Cáceres en esta categoría durante más tiempo, porque el aficionado medio (no el acérrimo, ojo) algo más que, con todos los respetos, Santa Polas, Prats y compañeros mártires. Y es que Cáceres tiene ciudad, tiene pabellón, tiene tradición, tiene afición, tiene cabezas pensantes... y tiene posiblemente dinero para la LEB Oro (pongámonos en que se hubiera ascendido hace diez días... ¿verdad que no habría problema económico?). Por otra parte, es una categoría que Cáceres perdió vendiendo plaza hace tres años, no en la cancha, así es que...






En contra: No es lo mismo subir en una cancha que en un despacho, sobre todo a nivel de apoyos que se obtendrían, tanto a nivel político como de afición. Y dos años seguidos comprando plaza le daría al proyecto un toque de artificialidad que no debería tener por lo auténtica que es mucha de la gente que está metida en él. El coste de la plaza me aseguran que no sería caro (alrededor de los 100.000 euros, según gente bien informada), pero luego llega el tema de hacer equipo y la cosa se duplicaría casi respecto a los aproximadamente 600.000 que se han gastado esta temporada. ¿Merecería la pena hacer un equipo muy austero para que te diesen pal pelo en León, Valladolid, Alicante...? Aquí ya existe un conocimiento alto de lo que es la LEB Plata y suficiente pasta para hacer un equipo largo y potente que aspirase a subir directamente, sin la "lotería" de la final a cuatro.






Veredicto: Estoy más con los del "no". A mí egoistamente me conviene más trabajar cubriendo un equipo de LEB Oro, pero no a costa de que se den pasos en falso y queramos correr antes de saber andar bien. Creo que también puede ser una temporada bonita la próxima si se asume bien la presión de que hay que subir. No hay nada que más enganche a la gente que ganar, como se ha confirmado este año.






Venga, quiero leeros.

lunes, 2 de junio de 2008

La actualización más impopular de la historia

Acabaron las fases finales. Han sido tres días estupendos de baloncesto. Mis sensaciones completas os las describo día por día en mi otro blog en ACB.com. De lo que quería hablar aquí, sabiendo que es la entrada más impopular que escribiré nunca, es sobre el arbitraje del viernes. No me deis demasiada leña. Al fin y al cabo, estamos aquí para dialogar, discrepar, intercambiar opiniones.

Lo que pienso es: al Cáceres 2016 no le robaron el partido. Es cierto que fue un arbitraje malo, con errores en contra del equipo local, pero sobre todo superado por las circunstancias, envalentonado por la presión y el ambiente, ese arma de doble filo. Sin embargo, y por una cuestión de seguir creyendo en el deporte que amo, me niego a pensar que todo eso estuviese planificado, que "estaba decidido que tenía que subir Illescas". Al Cáceres 2016 no le echaron la manita que suelen echarle al anfitrión y el Illescas supo interpretar mejor el partido y el arbitraje. Una semifinal así no está para sutilezas. Está para competir los 40 minutos y tenerlo claro, ir agresivos a por el partido.

Más que lo del arbitraje, me parece más importante el mal arranque de Kelvin Peña, la lesión de Panadero, el ahogamiento de Harper cuando se necesitaban meter balones dentro, la velocidad de Virgil contra el propio Harper, la manita de Joe Alonso cuando más negra estaba la cosa, la inteligencia de Juanín Jiménez y, claro, el espíritu de gente sucia como Charquero que "sólo" piensan en ganar, por encima de todo, como sea. No me extraña que sea uruguayo, como un Pablo García baloncestístico. ¿Que eso tiene que combatirlo el arbitraje? Por supuesto, pero mientras tanto tienes que poner de tu parte un equipo fuerte y, sobre todo, largo, y el Cáceres 2016, no nos engañemos más, no tiene esto último. Tiene 6-7 jugadores excepcionales (menos aún si le quitamos a Panadero y, al final, a Jones) y el Illescas sí lo tiene. Fijaos en la final contra Gijón: la ganan en buena parte en el último cuarto el propio Charquero y Juanjo López, que son el séptimo y el octavo en minutos del equipo esta temporada. Toma ya.

Que cada uno opine lo que quiera, pero olvidémonos del arbitraje y pasemos a lo que nos importa: aprender de los errores (que fueron muchos esta temporada de julio a noviembre, por las circunstancias que fuese) y construir un equipo que no dependa de que en el partido decisivo se le salga el hombro a tu sexto hombre. No nos pasemos diez años lamentando el arbitraje porque no va a ser sano. Si estábamos dispuestos a ganar como hombres, perdamos como hombres. No recurramos a ese rollo infantil de echarle la culpa al árbitro. ¿Alguien se atreve a decir que el Illescas merece menos el ascenso que el Cáceres, cuando ha hecho bien las cosas desde el principio, fichando mucho y bien, movilizando a su (maleducada) hinchada? Lo extraordinario fue llegar hasta la fase final gracias al maravilloso baloncesto que el equipo ofreció en la segunda vuelta y el gran "playoff" contra Caja Rioja teniendo el factor pista en contra.

Y otra cosa. No acepto lecciones de periodismo deportivo de quien me cita la crónica de Extremadura24horas.com como ejemplo contra "la tibieza de los medios tradicionales de Cáceres tan rentable". Cada uno hace la lectura del partido que quiere cuando está delante del ordenador, entiendo mejor que nadie que no es nada fácil quitarse la piel de hincha cuando se ejerce esta profesión, pero hay una cosa sagrada que es el respeto al trabajo de los demás.

Ya está. Ahora os invito a que me deis cera en los comentarios, espero al menos haberos hecho reflexionar.