lunes, 28 de enero de 2008

Unos PDFs para nostálgicos



Estaba yo aquí haciendo limpieza en el disco duro (uno no sabe la cantidad de chorradas que almacena absolutamente para nada) y me he encontrado aquí unos archivos PDF que, pensé, seguro que interesan a los adictos al pasado si es que no lo leyeron en su momento. Son de una serie que publicamos en el periódico en el 2002, cuando se cumplieron los 10 años del ascenso a la ACB. En una página bastante completa está resumida cada una de las temporadas hasta entonces. En fin, que los descarguéis y los disfrutéis. Solo tenéis que hacer clic encima del link que os pongo aquí debajo y descomprimir el archivo rar en el que os los he metido todos. No ocupa ni un mega.





Historia del Cáceres en la ACB (1992-2002)






Ya veremos qué tal se da la semana. Tranquila, supongo. Las victorias, y más cuando son convincentes, siempre dan ese tono maravilloso a todo, ¿verdad?

jueves, 24 de enero de 2008

Chinto


"Joder, tío, nunca escribes de las chicas en tu blog, eres lo peor". Bueno, Jacinto, cállate ya. Voy a escribir sobre el Femenino Cáceres / Don Frío / Iniexsa. Pero no voy a escribir de ninguna jugadora o exjugadora. Voy a escribir sobre ti.


Esto viene a cuento porque hemos fichado para la retransmisión de mañana Palencia-Cáceres 2016 en Vía Norba a Jacinto Carbajal (para mí, "Chinto"). A partir de ahora traeremos un personaje relacionado con la canasta cacereña para ocupar la silla de Jorge García (para mí, "Jordi"). Parece que a todos va a beneficiar que en principio el jefe de prensa del club no vaya a aparecer de momento comentando el partido: a él mismo, porque muchas veces tenía que ejercer de "bombero" de una manera terrible; a los directivos, que se enfadarán menos porque, según alguno, no se levanta y se marcha del plató a raíz de los comentarios críticos de Paco Elías y míos; a mí mismo porque dejaré de estar en una situación complicada en ocasiones con alguien a quien considero amigo.


Así es que cada semana, al menos en los partidos de fuera, vendrá alguien al estudio a intentar desentrañar las claves del partido, aunque ya podéis imaginar que no siempre es fácil hacerse con todos los detalles cuando estás limitado a lo que ofrece la realización. El primer personaje he querido que sea Jacinto, "Chinto", por la excelente relación que me une a él desde hace varios años y, sobre todo, por el gran papel que está haciendo al frente de las chicas.


Él es, sobre todo, un "pirao" del basket. Casi todos los entrenadores que conozco lo son, pero él más que casi todos. Puede estar todo el día pensando en baloncesto, en cómo poner trampas tácticas a sus rivales, en cómo sacarle mejor partido a sus jugadoras, en cómo ser mejor entrenador. Creo que ahí radica a veces su problema: intenta controlarlo todo y eso no puede ser: ni en la vida ni en el baloncesto.


Ha tenido una gran capacidad de superación dentro de un mundillo complicado y está recibiendo el premio de, tras algunos años de triunfos en categorías inferiores, dirigir a las profesionales, que seguramente es la meta, pero también lo más ingrato para alguien tan intenso en el trabajo, porque muchas veces son los propios jugadores y jugadoras los que menos piensan en baloncesto. Así es que este año y medio que lleva en el banquillo los está saldando más que bien, en la zona media-alta de la clasificación con una plantilla de por sí corta y que ha tenido numerosísimos problemas de lesiones. Sé que otro tipo por el que siento devoción, Quini Carrasco, le ha ayudado mucho y han sabido que lo importante era el equipo y el club, aunque no siempre han estado de acuerdo.


Curiosamente, no conocí a Chinto en una cancha, sino una noche (seguramente de jueves) en el Farmacia, quizás en el 2000 o el 2001. Por allí andaban Mario Segalás y Alvaro Vaquero, dos ejemplos más, junto al propio Piti, de la "nueva generación" baloncestística de la ciudad, "hijos" del ascenso a la ACB. Hace poco me decía con un poco de pena que ya no era el entrenador más joven de las categorías nacionales. No sé quién en EBA le superaba. Da igual. Lo único que espero es que nunca tenga que ejercer su carrera terminada, la de aparejador, porque le vaya lo suficientemente bien en la canasta.

domingo, 20 de enero de 2008

Alberto Frías, el héroe sin corona


En la vida hay veces en las que la gloria se te escurre entre los dedos sin que uno pueda evitar que esto ocurra. Estás en el lugar perfecto en el momento adecuado y de repente, cuando sientes que vas a fabricar el recuerdo que marque el resto de tus días, llega un golpe de viento o una mala casualidad y todo se te derrumba y te quedas con cara de estúpido, como un maldito de la historia, preguntándote qué habías hecho tú de malo para que ese golpe de viento llegase sin avisar.


Es lo que le pasó a Alberto Frías Ortigosa.


A muchos os sonará la historia, claro. Frías, nacido el 20 de marzo de 1970 en León, formaba parte de la plantilla inicial del Cáceres CB que consiguió el ascenso el 10 de mayo de 1992. Era un escolta-alero de 1,98 formado en la cantera del Colegio Leonés, con el que según la ficha en ACB.com fue campeón de España infantil e incluso llegó a la internacionalidad. Siendo aún un crío le fichó el Caja de Alava, actual Tau, con el que debutó en la Liga ACB con apenas 16 años. Era físicamente fuerte y también tenía buena mano, aunque en Vitoria no llegaría muy lejos y acabó en el Mayoral Maristas de Javier Imbroda, donde coincidió un par de años con Enrique Fernández en la ACB. Luego, al Lliria (Primera) en la temporada 90-91, donde cuajó una buena temporada ascendiendo y fue reclamado por Martín Fariñas, Jesús Blanco y José María Bermejo para su famoso proyecto.


Resultó que a Frías se le produjo aquel verano del 91 con una hernia discal y apenas pudo jugar un par de amistosos, creo que el aquel de Valverde del Camino contra el Huelva al menos. No llegó a debutar en liga, y, tras las idas y venidas habituales en temas de médicos, a los dos meses de competición se decidió quitarle la ficha, recuperarle tranquilamente e incorporar un jugador. ¿Quién? Pues sí, San Jordi Freixanet. El tipo de la canasta del siglo.


Freixanet heredó, literalmente, la camiseta de Frías, el 4, que no sé en qué cajón escondido de la historia estará. Pese a que físicamente estaba recuperado tras una operación relativamente sencilla, se decidió ceder al chico, ya que Freixanet estaba cuajando bien y no era cuestión de tocar el equipo que volvía loco a Cáceres entero. Así es que primero se decidió que iría al Colegio Extremadura, que por entonces tenía un equipo en Segunda División, y de hecho creo intuir borrosamente que llegó a jugar un amistoso con ellos ante los veteranos del Real Madrid (Wayne Brabender, Prada y algunos más). Sin embargo, en la zona de Valencia había dejado buen recuerdo y adonde se marchó finalmente fue a otro Segunda, el Ferroplas Gandía.


Nunca volvió a vérsele por aquí, ni en las celebraciones del ascenso ni nada parecido. Quedó un poco en el limbo, en un medio olvido, como el hombre que se lesionó y que por una parte no pudo participar en el orgasmo general aunque en cierto modo lo provocase con esa misma lesión, ya que metió la canasta decisiva fue el que entró por él. Charlé con Frías una vez, justo cuando estaba casi dispuesto para volver a jugar, en febrero de 1992. Fue uno de los primeros jugadores profesionales a los que me dirigía, y recuerdo estar muy nervioso y al, mismo tiempo, agradecido por su cercanía. Al fin y al cabo él tenía 21 años y yo 17.


Tampoco su nombre volvió a ser demasiado escuchado en el baloncesto nacional. Lo que recoge su historial es un año en Algeciras y otro en Motril (Liga EBA, 94-95), que sería según eso su última experiencia en el baloncesto. He "googleado" un poco y no he encontrado nada "actual" de él. Supongo que, esté donde esté, recordará de vez en cuando aquellos meses en los que fue el arquetipo de desheredado de una gloria que otros disfrutaron.



PD.: Abstenerse comparaciones con Manu Valdivieso.

martes, 15 de enero de 2008

Larry Stewart también es longevo



¿Qué? ¿Pensando en que iba a escribir hoy de Andre Turner, no? Pues no, ya he tenido bastante sobredosis de él: un poquito en el periódico, un muchito en el blog de ACB.com (sos lo mento otra vé: píncheme aquí y añadislo a los favoritos propiamente dichos). En ese mismo equipo de aquella temporada en la que Andre estuvo (porque jugar jugó poquito) aquí la estrella era Larry Stewart, que, en fin, no tiene 43 años, pero sí 39, y sigue jugando el tío.


Lo hace en un equipo de la "LEB Oro francesa", la PRO-B, en un equipo que no había escuchado nunca (lo confieso): el Quimper. El próximo 21 de septiembre cumplirá los 40 y quizás ande todavía por ahí, parece el típico jugador que no se cansa de baloncesto. Y no creo que sea por pasta, porque sus buenos millones ganó en Girona y aquí y después prolongó su carrera en Grecia y Francia también en equipos no tan desconocidos como el Quimper éste: Peristeri, Maroussi, Larissa, París Saint Germain...


La historia con Stewart aquí se resume fácil: en el 2001 el equipo necesitaba imperiosamente un alero alto potente que sustituyese a José Antonio Paraíso. Había dinerito fresco y Alfred Julbe apostó por él, amparado en sus buenas temporadas anteriores asegurando más o menos 16 puntos y 7 rebotes. Aquí estuvo "simplemente" en esa línea: bueno o malo su partido, siempre acababa en buenos números, y la realidad es que cuando se metía al poste superaba a la mayoría de los "treses" de la liga. Pero no transmitía demasiado a la grada: era más bien frío, "demasiado" profesional, no sé si me explico. No caló y nadie sufrió demasiado con él cuando, mediada la temporada, estuvo a punto de ser cortado por llegar unos días tarde de unas vacaciones. De hecho, el propio Turner jugaría un partido en su lugar, aunque luego Stewart fue readmitido, seguramente porque todos sabían (en voz baja) que la permanencia peligraba.


Sí, sí, sí. El partido de Torrelavega, ahora lo cuento, sois insaciables. 9 de marzo del 2002. Cantabria Lobos 73, Cáceres CB 84. "Stewart espanta al Lobos", tituló en el periódico mi hermano José María, que viajó (ida y vuelta en el mismo día) en un microbús que puso el club para directivos y demás. Fue un paso gigantesco para la salvación, ya que por entonces nadie las tenía consigo por aquí después de que el experimento Queenan-Alexander y compañeros mártires resultase un fracaso. No tengo el dato, pero quizás Stewart logró esa noche el récord de valoración de un jugador del Cáceres CB en la ACB: 48 (al descanso llevaba 8). Fueron 27 puntos (7/9 en tiros de 2, 13/16 en libres), 9 rebotes (6 defensivos), 6 asistencias, 4 recuperaciones y 2 tapones en 38 minutos.


Stewart tenía fama de raro, de monosilábico. Bueno, esto lo hemos dicho sobre muchos americanos que han venido aquí. Supongo que es difícil adaptarse cada año con unos mínimos a un nuevo sitio de un país diferente al tuyo. En su caso, los motivos quizás haya que buscarlos unos años antes. Tras una buena carrera universitaria y mientras se abría camino en la NBA, en enero de 1994 un ladrón entró en su casa en Washington (jugaba en los entonces Bullets, hoy Wizards) y, al ser sorprendido, le pegó un tiro y apuñaló en el cuello al pobre Larry, que milagrosamente salvó la vida y pudo volver a jugar. Luego estuvo hasta en un equipo que sería subcampeón de la NBA, Seattle Supersonics.


Las fotos que os dejo son un "card" de cuando jugaba en los Bullets y una foto actual en el Quimper. Por lo que me parece intuir en las webs francesas, no lo está haciendo mal, cerca de esos 16 puntos y 7 rebotes de siempre. A la vista de lo de Harper Williams del otro día, se me viene una pregunta traviesa a la cabeza: ¿qué tal lo haría en el actual Cáceres 2016?

domingo, 13 de enero de 2008

Gracias, Nando Vicario

Ejem, seguimos batiendo récords (marchando un poquito de autobombo). Seguramente no habréis reparado en ello, pero Nando Vicario, del que hablé hace poco en el tema sobre los vinculados del Cáceres en Plasencia, escribió ayer un comentario en el blog. Está en:

http://bujacocesto.blogspot.com/2007/12/piti-el-colegio-y-otra-vez-el-gijn.html

Leedlo, está interesante.

Gracias Fernando por seguir este espacio también y por escribirnos. Seguro que la afición cacereña desea que te vaya perfecto en tu carrera profesional y deportiva.

sábado, 12 de enero de 2008

Disfrutar, disfrutar, disfrutar


Supongo que la mayoría de los fieles de esta web sois seguidores del Cáceres, ya sea de aquel "CB" que durante tantos años estuvo en la superélite o de este "2016" que, en su año de creación, intenta revivir la llama del baloncesto profesional en Cáceres. Seguramente de los dos, porque, aunque uno es cadáver y el otro un bebé, los dos equipos suponen una misma cosa en lo sentimental: el representante en la canasta de una ciudad y una afición que descubrió que en un recinto de 40x20 se podía uno sentir tanto o más cacereño que en cualquier otra circunstancia de nuestra vida diaria.


Esta noche ha sido otra demostración de ello con el claro triunfo ante el Plasencia (91-72). Me ha recordado a los mejores momentos de estos últimos 15 años lo que ha ocurrido en el Multiusos: el ambiente, la implicación de los jugadores, la emoción con las jugadas, la victoria (esa ineludible cuestión para disfrutar del deporte). Me ha encantado hacer la retransmisión para Vía Norba (podéis verla hoy a las 17.00 horas), porque en cierto modo también lo que hemos visto hace unas horas era HISTORIA, tan HISTORIA como muchas de las movidas que a menudo nos dedicamos a recordar aquí. Me ha resultado muy amargo comentar tantos partidos en los que era tan difícil decir cosas buenas...Y esto llega en un momento fundamental, después de haber sufrido tanto (malos resultados, mala imagen) en un año tan importante para nuestro baloncesto, después de dos años de travesía en el desierto.


Siempre digo en la vida que lo mejor está por llegar. Siempre. Y esto te lo confirma ver a Harper Williams descuartizando a Jason Blair y al resto de pívots del Plasencia, a Juan Sanguino finísimo en ese tiro a media distancia, al extraño trío de bases Sam Jones-Busciglio-Pollito jugando juntos muy bien, a los demás ayudando en la medida de lo posible, aunque sigue faltando la aportación de algunos. Ha sido complicado todo lo de los últimos meses y va a seguir siendo complicado, pero la sensación que te queda cuando los tipos que te representan (ayer vestidos de verde, hoy de negro) lo hacen tan bien y con tanta entrega, es insuperable.


Aprovecho para comunicaros que desde el sábado tengo otro blog, aunque desde luego no abandonaré éste, por cuyo "público" siento un cariño máximo e irreplazable. Me ha "fichado" ACB.com para llevar el blog sobre la actualidad de las LEBs, la dirección es http://blogs.acb.com/blog/objetivoacb. Espero que guste.
PD: Un saludo a la gente de Plasencia, muchos de los cuales entraron aquí esta semana para leer la entrada sobre los vinculados gracias al link que me puso mi colega Juan Carlos en http://www.estadioplacentino.com/. A cambio, me ha prestado esa foto del partido. A nuestros vecinos del norte les diría que se ve que tienen un buen equipo y que seguirán arriba. Hay que seguir confiando en ese "obseso" del basket que es Juan Pablo Márquez.

jueves, 10 de enero de 2008

Cáceres-Plasencia: los años de vinculación



Ya sabéis, llega el Cáceres-Plasencia, todo un clásico del basket regional. A lo largo de la historia ha habido muchos partidos entre los equipos de ambas ciudades. Yo voy a escribir un poco de una época en la que no se enfrentaban, pero en la que mantenían una relación particular: cuando los placentinos eran vinculados a los cacereños, desde 1993 a 1996.

El Cáceres CB era entonces tan grande que se permitía el lujo de compartir jugadores con sus vecinos del norte (y también del este, como el Doncel). Se consensuaban una serie de fichajes cuyos gastos iban más o menos a medias y de los que "el grande" echaba mano en entrenamientos y ocasionalmente en partidos. Fue un tiempo interesante que beneficiaba a todos, aunque hubo también sus tensiones porque en Plasencia no siempre sentaba bien que se reclamase a jugadores en determinados momentos de la temporada. Vamos año por año a echar un ojo a quienes compartieron camiseta y color verde.

Temporada 93-94 (el Plasencia militó en el grupo B de Primera División, un equivalente de la LEB Plata actual).
--Dani Lago: Alero que llegó del Estudiantes y llegó a debutar en ACB con el Cáceres la temporada anterior (una rabieta de Comas para motivar a sus jugadores de cara al "play off" de descenso. Luego le ignoró). Buen jugador ofensivo y excelente chaval. Creo que vive en Canarias. Hablaría también de la que era su novia aquí, en mi opinión una de las mejores chicas de Cáceres, si esto fuera el Tomate, pero como no lo es...
--Jorge Santos: Explosivo escolta pacense. Apodado "Jorge Saltos". Ha entrenado a cierto nivel, incluso en EBA. El otro día hablé con él afectuosamente en la final cadete masculina del Campeonato de España.
--Todd Merritt: Interesantísimo ala-pívot de grandes recursos en ataque. Blanco. Reclamado un par de partidos por Manolo Flores aquella temporada, aunque en ACB no era el mismo dominador, claro. "Undersized" para la máxima categoría. Años después dio positivo por cannabis cuando jugaba en Alicante. Acabó jugando en Portugal.
--Alvaro Rodríguez: De éste debería hablar aparte un día. El tercer base del equipo del ascenso. Tranquilo, pausado, muy alto para ser base (1,91). Y muy educado. Lamentablemente, se quedó en el camino.
--José Alday: Internacional en categorías inferiores, de la cantera maña. Corpulento, pero con poca calidad ofensiva.
Temporada 94-95 (el Plasencia estaba en Liga EBA, que entonces estaba dividida en 4 grupos y era la segunda categoría):
--Nando Vicario: Entonces era la "joya" de la cantera cacereña. 19 años. Un "combo" base-escolta-alero de ingente talento, aunque aquí al final solo pudimos apreciarlo en el último año de LEB. En Plasencia tampoco acabó de explotar. En la actualida estudia fisioterapia en Madrid y juega en el Valdemoro de la Liga EBA.
--Pichi Hidalgo: El tirador por antonomasia de aquel equipo que llegó a estar cerca de subir a la ACB, por cierto, en la Final a Ocho en Asturias. Canario. Nunca llegaría a debutar con el Cáceres, pero sí hizo muchos entrenamientos.
--Juanjo Bernabé: Vino de un desconocido equipo de Zamora y desde el principio sorprendió a todos por su descaro y sus enormes virtudes defensivas. Ha terminado haciendo una sólida carrera incluso en ACB, donde está actualmente con el León. Un gran tipo y un ídolo para una generación de adolescentes cacereñas. No sé por qué, pero me recuerda a Iker Casillas.
--Favian Smith: El sustituto de Todd Merritt también cumplió con creces. Era incluso mejor reboteador y más fibroso. Junto con Alberto Rubio (al que llamaban en Plasencia "el Sabonis de Casatejada", que llegó a debutar en ACB con Huesca) sembró el pánico en las zonas.
--Jorge Sanjuán. Otro que llegó a enfundarse la verdinegra. Catalán. Base más bien frío y cerebral, físicamente potente. Seguramente tenía más clase que Juanjo, pero trasmitía menos.

Temporada 95-96 (también en EBA como segunda categoría):
--Pedro Mateu: Realizó una impresionante temporada como placentino que incluso le llevó a jugar algún partido con el Cáceres cuando había problemas con los bases. Gran tirador. Pese a medir 1,87, era más bien un escolta.
--Javier Viguer: De la cantera del Pamesa. Era un "tres moderno" que hacía un poco de todo. Pero no recuerdo que fuese reclamado ninguna vez en Cáceres, la verdad.
En aquella plantilla del Plasencia estaba también Quiquete Serrano, actual "segundo" de Juan Pablo Márquez. El americano era Tony Block, que desde luego tuvo mucho menos impacto que Merritt y Zavian. Parece que los tiros se pegaron mejor aquel año en el Doncel, que tenía a Derell Washington (donde ha vuelto ahora para recuperarse para el basket), Oscar Rodríguez (tras varias vueltas y estar por aquí, está también en Villanueva) y José María Panadero (qué decir, ¿no?).
En la 96-97 ya no hubo vinculación entre los dos clubs. Fue la primera de la Liga LEB y el Plasencia no consiguió plaza, por lo que se quedó en la EBA.
En las fotos, de izquierda a derecha podéis ver a Jorge Mateu, Nando Vicario, Alvaro Rodríguez y Juanjo Bernabé.

sábado, 5 de enero de 2008

El maño




Feliz año a todos. Disculpad esta ausencia de una semana por las vacaciones navideñas, espero que me hayáis echado tanto de menos como yo a vosotros. Se me ocurre que para inaugurar el 2008 podemos hablar de alguien que ha estado entre nosotros estos días con motivo del Campeonato de España de selecciones autonómicas infantil y cadete, entre otros muchos personajes del basket que nos ha traído a Cáceres este interesante acontecimiento. Se trata de Pepe Arcega o, simplificando un poco, EL MAÑO.
No he tenido oportunidad de verle estos días, aunque sí que me han asegurado que está. A quien se lo ha encontrado le contado que trabaja para el Gobierno de Aragón para determinados temas deportivos, no tengo muchos más datos al respecto. Lo que sí es seguro que hace comentarios para la tele regional de los partidos del CAI de LEB Oro. Curioso, cuanto menos, aunque no me extraña nada. No debe ser mal comentarista, aunque ése siempre es un gran debate: haber sido un excelente deportista no te capacita automáticamente para analizar bien los partidos. Y menos en un medio tan vivo como en la tele.

El Maño es, sobre todo, maño: cabezón y obstinado, aunque también cercano y humano. Una buena mezcla que él unía con gran inteligencia en la pista y una enorme capacidad de conectar fuera de ella. Entiende el papel de todo el mundo en esta movida del baloncesto, él que lo ha sido todo como jugador: jugador-promesa, jugador-realidad, jugador-veterano, jugador-conspirador, jugador-intermediario, jugador-jugador... Un "crack", ya os digo, que rara vez negaba un saludo o una palabra a quien le paraba, que siempre daba la cara cuando le llamabas en tiempos de crisis deportiva, que sabía exactamente lo que tenía que decir públicamente y off the record. Lo mejor es que siempre pareció a gusto aquí y devolvió con buen juego el cariño que la ciudad le dio, aunque a veces no podía con los achaques propios de la edad.
Los datos indican que estuvo aquí cuatro años, los últimos de su larga carrera profesional, desde el verano de 1998 hasta el del 2001. Cuatro temporadas, cinco entrenadores (Flores, Comas, Pesquera, Casimiro, otra vez Flores y Julbe) y casi siempre titular, por mucho que tuviese oposiciones tan dispares como las de Pablo Laso, Juanjo Bernabé, Paco García, Donald Whiteside, Dani Alvarez o Bruno Hamm. Sabía optimizar perfectamente sus cada vez más escasos recursos físicos, era decidido y tenía una enorme ascendencia sobre sus compañeros, además de buena mano. Sabía (y sabe) mucho. Quizás demasiado.

Lo morboso es ahora hablar de su relación con Alfred Julbe, que unos años le había relegado a la suplencia en su CAI con la llegada de Andre Turner. Cuando llegó aquí no pasó algo tan claro y el reparto de minutos siguió más o menos como estaba con Flores, con Hamm y él alternándose. Lo gordo llegó al acabar la temporada. Alfredo decidió fichar otra vez a Turner, que nació el mismo año que Pepe (1964), lo que prácticamente le obligó a retirarse. Yo creo que estaba dispuesto a jugar otra temporada, pero no en un sitio donde no se sintiese cómodo.

Arcega regresó a Zaragoza, donde, oh ironías del destino, estuvo implicado en la posible compra de la plaza ACB del Cáceres unos meses después, en el 2002. Aquello no cuajó (emociona recordar aquello de "Cáceres no se vende") y algún día lo analizaremos, y Pepe fue clave en el montaje de un nuevo CAI Zaragoza. No como entrenador (la verdad es que me gustaría verle en ese papel), sino como director deportivo. Sus tres años en el puesto fueron un completo fracaso pese al enorme presupuesto con el que contó para hacer el equipo. El primero (con Panadero en el equipo, por cierto) tuvo que tragar con el sapo de fichar a su "amigo" Julbe y el CAI se salvó en el "play off" de permanencia; en el segundo, cohabitando difícilmente con Alfredo, perdió el quinto partido del "play off" de ascenso en Granada; en el tercero, apostó por Oscar Quintana en el banquillo y tuvo que desayunarse otro batracio con el regreso posterior de Julbe e igual resultado final. Ahí ya imagino que no pudo más y abandonó el club de sus amores para pasar a un segundo plano desde entonces.
Mi reflexión: parece mentira que a alguien con tal conocimiento del baloncesto, de cómo funciona esto, con la cabeza tan lujosamente amueblada cuando tenía un balón en las manos, haya podido irle tan mal en los despachos. Supongo que a él le duele más que a nadie. Experto en vino y amante de la buena cocina, mi recuerdo más entrañable de él fue una noche de 12 de octubre (día del Pilar, patrona de Zaragoza, como sabéis) en el Farmacia de Guardia (algún día hablaremos de este "Pabellón Multiusos" nocturno, si me atrevo). Confieso que nos dieron allí las tantas y me regaló un "cachirulo" que aún conservo. Y es que el tío es, como os digo, realmente maño.